El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a un 10% de la población femenina.
Se produce cuando una o más células del organismo se alteran y se reproducen de forma incontrolada, originando millones de células con la misma alteración. Estas células forman tejido en exceso, originando una masa o «bulto» denominado tumor.
No todos los tumores son malignos. Un tumor es canceroso cuando puede dañar a otros tejidos u órganos.
Es esencial que la enfermedad sea diagnosticada a tiempo, por eso es importante la autoexploración, así como las visitas anuales al ginecólogo.
La cirugía suele ser el tratamiento inicial más común. Se extirpa el cáncer de mama, y generalmente también los ganglios linfáticos axilares. Hay varios tipos de cirugía:
– La mastectomía, o extirpación de toda la mama. Puede ser total, parcial o modificada. Esta última es la más común y en ella se extirpa la mama, los ganglios axilares, el recubrimiento de los músculos del tórax y algunas veces parte de los músculos de la pared torácica.
– Cirugía conservadora, cuando el cirujano extirpa únicamente el tumor y un poco de tejido sano que lo rodea o todo un cuadrante de la mama y a esto se añade la extracción de los ganglios axilares.
Es el uso de fármacos o medicamentos para matar las células cancerosas. Generalmente se utilizan varios medicamentos y se administran en ciclos: un periodo de tratamiento y otro de recuperación.
Su administración puede ser oral o intravenosa generalmente. Se trata de un tratamiento sistémico, ya que el medicamento es introducido al torrente sanguíneo, viaja a través del cuerpo y puede eliminar células cancerosas fuera del área de la mama.